Lo que ayuda:
- Observar atentamente para reconocer señales de malestar.
- Escuchar a los niños constantemente.
- Comunicación abierta.
- Dar explicaciones que los niños puedan comprender.
- Comunicar mensajes: No es tu culpa, no puedes resolver nuestros problemas porque no los causaste, aún te queremos, no nos estamos divorciando de ti, los cambios son difíciles, pero las cosas mejorarán.
- Cumplir con los compromisos y las promesas.
- Pasar tiempo agradable con cada niño regularmente.
- Proveer estructura y límites razonables en el hogar.
- Ser consistentes al disciplinar.
- Mantener la predictibilidad y las rutinas.
- Continuar la celebración de días festivos y ocasiones especiales.
- Animar la participación en actividades según su nivel de desarrollo e inclinaciones.
- Leer, escribir en diario, expresión con arte, música, baile, etc.
- Sentar buen ejemplo y permitir la expresión de emociones.
- Manejar los conflictos con el otro padre de manera civil.
- Librar a los niños de estrés innecesario.
- Apoyar el que los niños mantengan relaciones con los familiares, a menos que sea peligroso.
- Tener paciencia en cuanto a los ajustes. Toma tiempo y esfuerzo.
- Utilizar las fortalezas, habilidades, y talentos individuales y familiares.
- Desarrollar y utilizar una red de amistades y recursos comunitarios para recibir sostén práctico y emocional para toda la familia.
- Buscar asesoramiento y ayuda profesional cuando sea necesario.
Lo que no ayuda:
- Pedirle a los niños que escojan entre sus padres.
- Pedirle a los niños que asuman una posición en cuanto al conflicto entre los padres.
- Hablar mal del otro padre.
- Ventilar nuestras frustraciones en los niños
- Volvernos a los niños en busca de apoyo o guía.
- Poner a los niños en el medio.
- Exponer a los niños a las discusiones.
- Envolver a los niños en las disputas entre los padres.
- Usar a los niños de mensajeros.
- Usar a los niños de espías.
- Usar a los niños de confidentes.
- Usar a los niños de peones o de munición.
- Decirle a los niños cómo deben sentirse.
- Negar o descontar los sentimientos de los niños.
- Pedirle a los niños que guarden nuestros secretos.
- Descuidar las necesidades de los niños.
- Exigirle demasiado a los niños.
- Sentar expectativas no razonables para los niños.
- Expresar la ira inapropiadamente.
- Expresar amargura, falta de respeto, u hostilidad hacia el otro padre.
- Demostrar incapacidad de comunicarse efectivamente con los niños o con el otro padre.
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